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Bolívar juró en el monte Sacro: Carácter y virtud para hacer real un proyecto continental

(Los Guayos, 15 de agosto del 2018).-El significado del Juramento del Libertador Simón Bolívar en el monte Sacro es que los pueblos que luchan por la independencia, la libertad, la justicia, la igualdad y la paz sobrepasan las fuerzas de los imperialistas, sin importar el poderío militar, tecnológico, financiero y mediático que tenga el adversario.



Así lo afirmó el profesor Edgardo Ramírez, exministro del Poder Popular para la Educación Universitaria, quien destacó que aquel juramento pronunciado el 15 de agosto de 1805 en el monte Sacro de Roma, Bolívar no da cabida a la indecisión ni a la vacilación, que obstaculizan las ideas y proyectos, pues la perseverancia de luchar por la independencia exigía carácter y virtud para hacer real un proyecto continental.

Mientras hoy en Venezuela se cierne el peligro del terrorismo de Estado y la dominación de los imperialistas, así como la bajeza de los apátridas y la subordinación de la burguesía de la región, la Revolución Bolivariana es el aporte de la nueva ética de las relaciones internacionales que trabajan por la paz del mundo y por la suma de felicidad del pueblo.

“Frente al odio y la violencia de la burguesía colombiana, se antepone la unión y el respeto del pueblo de Colombia para aniquilar el ser inferior de los humanos: la guerra, venezolanas y venezolanos deben tener conciencia de que su emancipación es un aporte a las ideas y prácticas más nobles, solidarias y de justicia de la humanidad”.

El Libertador Simón Bolívar, el maestro Simón Rodríguez y el comandante Hugo Chávez claman la unión y felicidad de los pueblos nuestroamericanos, destacó el catedrático.

Compromiso

Dijo el historiador que el Juramento del Monte Sacro fue un compromiso de perseverar por la libertad e independencia de la patria, del pueblo y de la América meridional, es decir, por la emancipación no solo de un país sino de todo un continente oprimido por el Imperio Español, además de las dificultades y desigualdades de la lucha contra un enemigo militarmente poderoso.

Fue un hecho que tuvo para Bolívar consecuencias trascendentales, pues asumió la entrega total a la obligación contraída de consagrarse a la emancipación continental.

“No tengo dudas de que el juramento determinó la existencia presente y futura de Simón Bolívar por la consagración de los valores y virtudes que nacen de la justicia y de ser libres e independientes: fue la ilación y la coherencia histórica de cumplir con la grandeza colectiva del proyecto emancipador”, sostuvo el entrevistado.

Papel del maestro

La acumulación de las luchas emancipatorias actuó cual palanca en aquel joven, para reafirmar la conciencia revolucionaria por la independencia, dijo el catedrático y señaló que el maestro Simón Rodríguez fue fuente inspiradora de los más altos valores y virtudes que significaban la respuesta a la incógnita impostergable que el Libertador se había propuesto descifrar para irrumpir en la transformación de la humanidad.

La inspiración rodriguiana de la libertad, justicia, luces, moral e independencia había logrado posesionarse en su ser y en todas las fuerzas espirituales y materiales al punto de comprometerse a no tener reposo hasta concretar la utopía de la emancipación.

Bolívar se plantea la ruptura de la transculturización que regía los ámbitos de la política, la economía, lo social, lo religioso y lo cultural, despejando lo nuevo de la emancipación, que es aniquilar lo viejo de la dominación desde una perspectiva universal. Por eso dice que en el nuevo mundo nace la ética que resolverá la incógnita de la libertad e independencia de la humanidad, agregó.

Contexto histórico

Eran los tiempos de la confortación de los imperios de Europa en la que España representa el poderío mundial mercantil decadente, frente a la expansión de las potencias de Francia e Inglaterra, que configuran las fuerzas en desarrollo del capitalismo, junto con el naciente imperio de los Estados Unidos, destacó el catedrático.

“Venezuela y nuestra América constituían las riquezas en medio del mercado y del reparto del mundo soportado por la ideología liberal que instauraba la maximización de las ganancias desde la contradicción antagónica entre opresores y oprimidos”, indicó el especialista.

En ese momento estaban surgiendo los procesos que harían nacer las repúblicas en la América anteriormente española, donde pocos años atrás, en 1795, 96, 97 se había producido ya el levantamiento de José Leonardo Chirino y en Caracas la conspiración de Gual, España y Picornel, de tal modo que se venían acumulando los movimientos internos, explicó.

El Libertador Simón Bolívar, que bebió del pensamiento de la Ilustración, del ideario liberal de Europa, fue fortaleciendo los propósitos fundamentados en los principios de libertad, igualdad, fraternidad y por supuesto, del abolicionismo contra el esclavismo y contra el proceso de dominación del Imperio de España en la América, apuntó.

Soberanía y Patria Grande

El sueño idílico y su utopía de ver libre la Patria Grande desde la perspectiva de la unión, resultaron cumplidas al comenzar a configurarse hoy en día el equilibrio del mundo sobre la base de la igualdad, la justicia, independencia, el respeto y la colaboración entre las patrias:

Bolívar trazó el paradigma de soberanía de nuestros recursos naturales estratégicos, que aplicó el presidente Chávez, y con ello es que en el nuevo mundo se está descifrando el paradigma de la cultura de no al robo y usurpación, mediante procesos integracionistas y unionistas.

También la posibilidad cierta de establecer un equilibrio del mundo, con la existencia del bloque de Europa, de América del Norte con EEUU y Canadá y hoy con la existencia del bloque asiático y el de Rusia, pero también con el nuestro, enlazado por el ALBA, Celac, Unasur y Petrocaribe, dijo finalmente.

Correo del Orinoco


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